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Nace un libro… ¿Editado o coordinado? (1/2)

Editor jefe, editor de mesa, editor a secas… o coordinador editorial. En un mundo de títulos y cargos, en el que cada vez más tomamos prestados (o mejor sería decir agarramos) términos del inglés, hay cierta confusión sobre quién es quién, o quién hace qué.

Coordinador editorial es el más clásico de todos nuestros términos para designar lo que hoy comúnmente llamamos editor, un término ambiguo en nuestra lengua, en la que esta palabra designa tanto a quien se ocupa de las labores de edición como al dueño de una editorial. En inglés, en cambio, hay una clara distinción entre editor (el trabajador) y publisher (el dueño). Claro que algunos de los más insignes editores/publishers han sido también editores/editors. Quizás por eso no había necesidad de diferenciarlos. Pero esa es una parte del cuento de la que nos ocuparemos en otra ocasión.

Lo cierto es que coordinador editorial suena demasiado vernáculo para que nos guste en estos tiempos de neologismos. Debo admitir que a mí me ha dado por hacerme llamar “curadora de edición” y mi crédito es “cuidado de edición”, pero con frecuencia estrictamente hablando lo que hago es coordinación editorial. ¡Y tan glamoroso que se escucha “curador”, lástima tener que admitirlo públicamente! Al final, por muchos adjetivos caprichosos que usemos, hay que poner las cosas en su sitio.

En términos generales, un coordinador es un gestor de proyectos; es quien hace que las cosas sucedan bien, o al menos de la mejor manera posible. Un coordinador editorial, por lo tanto, hace que todo el mundo involucrado en la producción de un libro haga lo que tiene que hacer. Autor o autores, correctores, diseñadores, ilustradores o fotógrafos (o cualquier otra fuente de imágenes) e imprenta (si el libro es impreso); a todos ellos hay que poner en cintura, para que cada uno haga bien su parte, a tiempo.

Muchos consorcios editoriales tienen un director editorial, que se ocupa más de las relaciones públicas y del lado glamoroso del oficio; editores de mesa, que trabajan el texto con el autor, y el productor o coordinador editorial, que se ocupa de lo más técnico. Pero en estos tiempos de recortes, de ediciones independientes y editoriales pequeñas, hace ya mucho que le decimos editor al coordinador editorial, relacionista, community manager y todero. Todos ellos son una y la misma persona.

Hay que decir que el coordinador editorial debe conocer bien todo el proceso editorial, y además saber lo suficiente de cada estadio para poder entenderse con el profesional encargado. Muchas veces, claro, el coordinador editorial asume tareas más específicas; la más común de ellas, la edición de texto. Pero, a mi modo de ver, tiene que exceder en ciertas habilidades: saber calmar los ánimos cuando se caldeen (lo que sucede con no poca frecuencia), ser extremadamente organizado y organizador, y sobre todo saber asegurarse de que el equipo trabaje en un fin común. Todo esto con la mayor gracia posible.

Cada libro, querido lector, es el producto de un trabajo en equipo, comandado por un individuo de sospechosa sonrisa llamado coordinador editorial. Su lema: “Más moscas se atrapan con una gota de miel que con un tonel de vinagre”, pero si eso no es suficiente saca una regla: “Quien quiere que las cosas sucedan no pregunta, dice lo que hay que hacer”.

¿Lo mejor de ese equipo? Creo que en general la gente que trabaja en la producción de libros ama los libros. Y eso lo recibe cada lector que recorre sus páginas.

¿Te interesa el trabajo editorial? ¿Eres un autor a punto de publicar? No te pierdas la segunda parte de este artículo: “Consejos para quien se inicia en el oficio de editor a secas / coordinador editorial”.

Por Fanny Díaz

Lectura recomendada

Para una descripción técnica de los diferentes roles en el mundo de la edición de libros, recomiendo estos artículos del excelente sitio web marianaeguaras.com

[Coordinación editorial: tareas y responsabilidades]

[Tipos de editores de libros: para que sepas quién hace qué]

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